La pandemia de COVID-19 ha provocado cambios profundos en la economía global, impactando especialmente en las operaciones entre partes vinculadas y, en consecuencia, en las políticas de precios de transferencia (PT). La incertidumbre, la disrupción en las cadenas de suministro, los cierres temporales de actividades y la variabilidad en la rentabilidad de las empresas han obligado a los contribuyentes y las autoridades fiscales de todo el mundo a replantear sus enfoques sobre la determinación de precios y la documentación de las operaciones vinculadas.
En el contexto actual globalizado, las empresas multinacionales se enfrentan a desafíos significativos para garantizar que sus operaciones cumplan con las normativas fiscales internacionales. Entre estos desafíos, los precios de transferencia se destacan como una de las áreas más complejas y supervisadas. En esta dinámica, la función de control interno juega un papel crucial en la gestión eficaz y el cumplimiento de estas normativas. A lo largo de este artículo, exploraremos cómo la función de control interno se convierte en un pilar fundamental dentro de la gestión de precios de transferencia, asegurando una correcta documentación y siguiendo las directrices fijadas por organismos internacionales como la OCDE.
Los precios de transferencia son un aspecto crucial de la gestión financiera para las empresas multinacionales, inclusive para las pequeñas y medianas empresas (PYMES) que operan a nivel internacional. El concepto se refiere al precio que las diferentes entidades de un mismo grupo empresarial utilizarán para la transferencia de bienes, servicios o propiedad intelectual entre ellas. Una gestión adecuada de los precios de transferencia es vital para cumplir con las normativas fiscales y evitar sanciones y ajustes por parte de las autoridades tributarias.
La economía digital ha transformado radicalmente el paradigma empresarial, trayendo consigo importantes retos en materia de fiscalidad internacional y, en particular, en la aplicación de políticas de precios de transferencia (TP). La digitalización y la expansión de modelos de negocio basados en activos intangibles, datos y servicios en línea, han elevado la complejidad para determinar el valor de las operaciones vinculadas entre empresas multinacionales. En este artículo, profundizaremos en cómo la economía digital impacta las políticas de precios de transferencia, cuáles son los retos regulatorios actuales y cómo las Directrices de la OCDE y la normativa local están evolucionando para afrontar estos desafíos.
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1. ¿Qué es la economía digital y cómo afecta a las operaciones vinculadas?
La economía digital es aquella que está basada en el uso intensivo de tecnologías digitales, plataformas en línea, comercio electrónico, servicios cloud y la creación y explotación de activos intangibles como los datos, algoritmos y marcas. Este contexto ha permitido la aparición de modelos empresariales en los que las operaciones internacionales pueden realizarse sin una presencia física significativa en los mercados de destino, complicando la localización del valor creado y la asignación de beneficios entre jurisdicciones.
Las operaciones vinculadas –transacciones entre partes relacionadas bajo control común– han visto alterada su naturaleza: servicios digitales, licencias de propiedad intelectual, explotación de bases de datos globales y centralización de funciones clave en determinadas jurisdicciones son ejemplos de la nueva realidad.
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2. Los principales retos de la economía digital en precios de transferencia
a) Dificultad en la localización del valor
Uno de los mayores retos es el adecuado reconocimiento de dónde se genera el valor en la cadena global. En la economía digital, el valor suele derivarse de activos intangibles desarrollados de forma colaborativa en diversas jurisdicciones y del uso masivo de datos de usuarios de diferentes países. Esto dificulta enormemente el análisis funcional y la segmentación de los beneficios.
b) Valorización de intangibles y activos digitales
La correcta valorización de intangibles, como software, algoritmos, plataformas y derechos de propiedad intelectual, es negativa por la ausencia de comparables directos y la rápida obsolescencia. El control de estos intangibles suele estar centralizado en entidades localizadas en jurisdicciones de baja tributación, lo que exige un análisis detallado bajo las últimas Directrices OCDE.
c) “Data-driven business” y remuneración de los datos
La obtención y explotación de datos de clientes y usuarios ha adquirido relevancia significativa en la economía digital. Determinar si los datos deben ser considerados un activo aportado a la cadena de valor y si merecen una remuneración específica dentro de la política de precios de transferencia, representa un reto aún en evolución.
d) Presencia Significativa sin establecimiento permanente
La digitalización permite operar en un país sin una presencia física, desafiando la noción tradicional de establecimiento permanente. El debate internacional sobre la atribución de beneficios a estas “presencias virtuales” incide directamente en los análisis de precios de transferencia.
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3. Actualidad normativa y el enfoque de la OCDE
a) El marco propuesto por las Directrices de la OCDE
Las Directrices de las OCDE sobre precios de transferencia, especialmente desde la revisión BEPS (Base Erosion and Profit Shifting), han puesto énfasis en la necesidad de analizar críticamente las funciones DEMPE (Desarrollo, Mejora, Mantenimiento, Protección y Explotación) de los intangibles, así como en la alineación de los beneficios con la creación de valor real.
La edición de 2017 de las Directrices OCDE incorpora cambios para abordar la digitalización, promoviendo:
- Un análisis funcional profundo de actividades en el entorno digital.
- El énfasis en activos intangibles, en especial sobre la titularidad legal y económica.
- La identificación y remuneración adecuada de los riesgos y de las funciones desarrolladas en el seno del grupo multinacional.
- El uso de métodos apropiados, adaptados a la naturaleza de las operaciones digitales.
b) Normativa local y adaptación a la digitalización
Muchos países han revisado sus normas y documentación de precios de transferencia para incluir obligaciones específicas en relación a intangibles, transacciones financieras intragrupo y servicios digitales. Las autoridades fiscales también han incrementado los controles sobre estructuras empresariales digitales para prevenir la erosión de bases imponibles.
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4. Tendencias y el futuro: Soluciones a debate
El debate internacional apunta a la necesidad de soluciones multilaterales. Entre las principales tendencias encontramos:
- El Pilar Uno del Marco Inclusivo OCDE/G20: Reasignación de derechos de imposición sobre multinacionales digitales según la ubicación de los usuarios, aún en fase de concreción.
- Impuestos digitales locales: La implementación de “tasas Google” y tributos específicos mientras se logran consensos globales.
- Aumento de requerimientos de documentación: Herramientas como los archivos Maestro y Local deben reflejar adecuadamente las nuevas realidades digitales, describiendo con detalle la contribución de datos, algoritmo y activos digitales en la generación de valor.
- Énfasis en la transparencia: El reporte país por país y la cooperación internacional son bases para garantizar la recaudación y prevenir la planificación fiscal abusiva en la economía digital.
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Conclusión
La transformación estructural propiciada por la economía digital supone el mayor reto y, a la vez, la mejor oportunidad para reformular y sofisticar las políticas de precios de transferencia. La correcta identificación, valoración y documentación de las operaciones vinculadas en entornos digitales es esencial para una gestión fiscal eficiente, el cumplimiento con los criterios OCDE y la mitigación de riesgos ante las autoridades fiscales.
El contexto cambia rápidamente, por lo que resulta clave contar con un asesoramiento especializado y actualizado, capaz de anticipar tendencias regulatorias, tecnológicas y fiscales a fin de diseñar políticas robustas que aseguren la correcta tributación de la economía digital global.
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Las auditorías de precios de transferencia constituyen uno de los procesos más exigentes en la gestión fiscal de las empresas multinacionales y aquellas que mantienen operaciones con partes vinculadas. La correcta preparación documental y un enfoque estratégico en su gestión son claves no solo para demostrar cumplimiento con la normativa, sino también para mitigar riesgos fiscales y salvaguardar la reputación corporativa. En este extenso artículo, exploraremos de forma detallada cómo abordar las auditorías de precios de transferencia siguiendo las mejores prácticas, directrices de la OCDE y consideraciones legales vigentes en 2024.